22 agosto 2005

BOTELLÓN

De repente me he despertado con mucho frío pero esperando ver el techo de mi cuarto. En lugar de eso sólo he visto tres farolas que me parecían tres soles de alguna película futurista y Venus, que creo que es ese punto brillante que apenas se distingue allá a lo lejos, jodidamente bella e inútil.

No puedo moverme demasiado, pero he girado el cuerpo y me he quedado de perfil. La postura no mejora el campo de visión. Sólo veo las botas militares de Cuco y su feo pantalón negro de siniestro de barrio. Lo llamo pero no responde. No veo su cabeza, pero supongo que está dormido tras las duras negociaciones que le han debido de llevar a firmar la rendición ante Baco y los triglicérdidos. Con sus ciento diez kilos y uno noventa y siete de altura parece una enorme ballena varada. Qué tío.

Procuro levantarme, la humedad me cala los huesos y de repente me ha entrado una tonta pulcritud que me lleva a soñar con llegar limpio a casa. Me apoyo en un brazo y consigo levantarme. Bien, todo controlado. Cuco gruñe algo y el resto parece que se ha ido ya a casa o a seguir la fiesta en algún bar del centro. Hemos de haber sido las dos primeras bajas del grupo. Heridos de guerra que vuelven al hogar licenciados, como en Vietnam.

Y es que el parque parece un campo de batalla. Botellas, colillas de cigarros, bolsas que tuvieron hielo y algunos cuerpos esparcidos que son esquivados por la carroña alcohólica, dos o tres viejos que buscan botellas de whisky y vierten los restos en una de coca-cola, ajenos al resto del planeta tierra. Sólo faltan algunas chicas llorando las muertes de sus prometidos y quizás sobran aquellos dos que están follando al lado de la papelera. Pese a todo, la escena se me antoja de una lírica apabullante...

...Hasta se me ocurre un poema. Pero caigo en que a estas horas todo se me antoja poético, y desisto de la idea de escribirlo cuando llegue a casa. Cuco, soñando o delirando no para de decir: Te quiero, te quiero, te quiero. Y lo dejo allí solo y feliz, varado en la madrugada.

5 comentarios:

garcía argüez dijo...

ángel , hermano, disfruto mucho de tus textos, pero ¿existe alguna manera de solucionar ese problema con las eñes y las tildes? a veces es una triste tortura leerte con esas grafías del demonio.
Tus textos no se merecen eso.
Besos enormes.

ana dijo...

Todo un lujo, sí señor, poder recalar cada noche en esta página. Más que lujo poder tenerle en la mía, que es su casa.
Besos.

el que deambula dijo...

Muchas gracias, amiga. Si alguien como tú lo dice, habrá que creerlo. Besos.

el que deambula dijo...

Miguel Ángel. MUCHAS GRACIAS por comentarme eso. Desde mi ordenador y desde el de los más cercanos a mí se ven correctamente las Ñ y las tildes. Sin embargo, he detectado un error en el código que podría ser el causante de que tú no lo vieras bien. Me he puesto manos a la obra y creo que ya está todo arreglado. Por favor, comprueba que es así y hazmelo saber, que es una guasa que piensen que a uno le gusta la escritura abstracta. Besos.

Pdta: De todas maneras, una solución intermedia siempre es ir al menú "VER" del explorer, seleccionar codificación y dentro de las opciones que da, UNICODE, que es universal. Así seguro que se ve. En cualquier caso hazme saber si no es necesaria esta medida-coñazo.

garcía argüez dijo...

Quillo: todo arreglado, ahora se ve perfecto y hasta parece más bonito el diseño y tó, jejeje...
Perdón por las molestias.
Besos.