11 febrero 2005

A VECES (Ángel González)


Escribir un poema se parece a un orgasmo:
mancha la tinta tanto como el semen,
empreña también más en ocasiones.
Tardes hay, sin embargo,
en las que manoseo las palabras,
muerdo sus senos y sus piernas ágiles,
les levanto las faldas con mis dedos,
las miro desde abajo,
les hago lo de siempre
y, pese a todo, ved:
¡no pasa nada!
Lo expresaba muy bien César Vallejo:
"Lo digo y no me corro".
Pero él disimulaba


ÁNGEL GONZÁLEZ

Usted no lo disimula, D. Ángel González... Usted es simplemente un genio.