Hago de la lente máscara omnipotente, trono espectral, cetro de cuero. Deséame en perspectivas imposibles, escríbeme mensajes obscenos, puja por mi sexo entre focos y engaños, entre artificios de la Gomorra digital. Véncete conmigo fluido en tus dineros. Y quédate dormido derrotado por mis senos. Anestesia tu moralidad, a salvo del aire infecto, mientras yo barro los cristales rotos de mi mirada en los espejos.
Para escuchar: Jugadoras, Jugadores (Mala Rodríguez).
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