Mediodía en la placita del banco. Sentados en el Barbiana, tú pides cerveza, yo Coca-Cola. El camarero las sirve al revés, como siempre. -Machismo- dices. Y me hace gracia. Hacemos tiempo, hacemos El Tiempo.
Una guerra de almohadas era la manera en que hacíamos el amor cuando éramos niños. La felicidad del adulto consiste en darle a ese niño que somos dos cosas fundamentales: protección y juego. Besotes
JAAAAA!!!!! Usted siempre me arranca una sonrisa... acá estoy, no se vaya a creer que me desaparecí. Solo me quedé sin dsl. Un besote grande hasta las españas. laura
7 comentarios:
La ha merecido. Y mucho, muchísimo!!!!
Venga esa guerra!!!
Todo vale en el amor y en la guerra. Incluso una rendición precipitada...
www.mmori.blogspot.com
Una guerra de almohadas era la manera en que hacíamos el amor cuando éramos niños. La felicidad del adulto consiste en darle a ese niño que somos dos cosas fundamentales: protección y juego. Besotes
JAAAAA!!!!!
Usted siempre me arranca una sonrisa...
acá estoy, no se vaya a creer que me desaparecí. Solo me quedé sin dsl.
Un besote grande hasta las españas.
laura
jajajaja, fantástica frase. Me has hecho sonreír.
Un beso.
OK. Te reto
Gracias, Gracias, Gracias.
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