28 marzo 2005

EL TERRIBLE JUEGO DEL OREJA-BOCA

No dejes que tus ojos
ni tus oidos
ni tu nariz
le digan a la boca
que diga palabras
que tus ojos vieron turbio
tus oidos no oyeron bien
tu nariz no olió fino
y tu boca no quiso decir.

Que luego vas y la cascas
como siempre, bocazas.

No hay comentarios: