13 agosto 2006

#V MEDIA DE RANCHERAS

El técnico de la compañía de teléfono se acaba de marchar y de nuevo, tras casi un mes de espera, vuelvo a tener adsl en mi nueva casa. Tras todo el proceso de abandonar un piso y ocupar otro, encender el ordenador y volver a ver mi correo o mis páginas favoritas constituye el punto y final a esta nueva mudanza.

Es la tercera que hago en tres años, pero tengo que reconocer que le voy cogiendo el truco. La cuestión es procurar que todas tus cosas vuelvan a estar en su sitio aunque hayan cambiado geográficamente de lugar. Cuadros, plantas, libros, ropa, despertadores, ceniceros... Colocando todo aproximadamente como estaba en la anterior casa consigues minimizar la conciencia de desubicación. Puede aumentar o disminuir el espacio en el que se encuentran, pero si consigues no alterar su posición espacial realmente todo se hace más llevadero.

La estabilidad, felizmente, vuelve a ocupar mis días. Mi despertador sigue estando en la cama a mi izquierda, mis libros en la estantería junto a la televisión, mi microondas en el extremo izquierdo de la encimera de la cocina, los cuadros en los dos extremos opuestos del salón. Mis pantalones siguen estando a la izquierda de las camisas y el cenicero junto al ordenador. Tengo en mi nueva casa un dormitorio de más y un balcón de menos, es cierto, pero el técnico del teléfono se ha ido y por tanto puedo decir que vuelvo a la normalidad.

Que exagerado fui en el anterior post, pensaba el otro día mientras desempaquetaba todo. Me he venido a vivir a treinta kilómetros de Sevilla (para bien) y pareciera que me iba a Japón a librar una batalla. Teniendo mis cosas en su sitio, la verdad, no sé porqué le di tanta importancia a las mudanza y al nuevo trabajo. Supongo que ese día estaría bajo de defensas.

Y es que a fin de cuentas (no merece la pena pararse a explicarlo) la gente como yo es insatisfecha por naturaleza: Viva donde viva siempre pensaré que mis amigos están lejos y duerma donde duerma mis enemigos rondarán cerca, dentro de mí.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Uyyyyyy... vendran co nosotros a Pekin, a Utrera y a la Conchinchina. Muy bueno.

C.F

0coma5 dijo...

Ahora a comer mostachones.

Anónimo dijo...

Cada vez más cerca, como si la ciudad origen tuviera cierto magnetismo. Estoy seguro que lo disfrutarás igualmente :)
Un abrazote