12 enero 2006

VER, OIR, OLVIDAR

Olvidar es más fácil de lo que cree. Yo mismo olvido a cada instante dónde he dejado aparcado el coche o a qué hora tengo que recoger a mis hijos del colegio. De acuerdo, puede que sea en parte por la edad, no se lo niego, pero también creo que es porque la mente es muy eficiente, ¿sabe? no gasta energía en recordar cosas sin importancia. Incluso las escenas más escabrosas puede que no se olviden nunca, pero sí es posible “aparcarlas” en la memoria, como mi coche. En un sitio donde al rato no recuerde uno muy bien dónde las dejó.

Claro que entiendo que denunciara en comisaría aquel secuestro, como lo llama usted. Yo también lo hubiera hecho, es un gesto de buena ciudadanía acudir a la policía si uno cree que ha presenciado un delito. Lo que no acabo de entender es que no se conformara con las explicaciones que se le dieron, sobre todo teniendo en cuenta que le dijeron la verdad. Cualquiera que hubiera sido testigo de una operación secreta antiterrorista aceptaría las explicaciones y se marcharía a casa orgulloso de su país. Pero usted, en lugar de eso, se ha dedicado a jugar a bombardear nuestras instituciones con teorías tendenciosas y carentes de pruebas. Sinceramente, no entiendo por qué se ha complicado la vida de esta manera tan absurda.

¿Sabe? A veces uno tiene la mala suerte de ver escenas desagradables y oír comentarios inquietantes. Yo tampoco he sido ajeno a eso, créame que he vivido momentos muy tensos a lo largo de diez años en la Unidad. Pero yo no voy pidiendo explicaciones de los sucesos que no me incumben. Estamos de acuerdo en que usted vio lo que vio, y entiendo perfectamente el desasosiego que le debió producir aquella aparatosa detención. Pero debería haberse limitado a denunciarlo y seguir con su vida, no que ahora, después de todo el revuelo que ha montado... La verdad, no quiero asustarle, pero le aseguro que le ha quitado el sueño a personas muy importantes de este país.

Ya sé que usted no sabía, que se le ha ido de las manos, que está dispuesto a ayudarnos a pasar página de todo esto. Yo sé que usted es buena persona, y crea que estoy dispuesto a hacérselo a entender a mis superiores. Mire, si usted se porta bien, prometo que en pocos meses recuperará la vida que tenía antes sin cajones revueltos, correspondencia manipulada y coches de vigilancia a la puerta de su casa. Un par de apariciones en televisión, unas cuantas declaraciones juradas y todo habrá sido, con su esfuerzo y el nuestro, un episodio sin importancia aparcado en su memoria y nuestros archivos. Ya sé que usted lo hará, si no ni siquiera me habría tomado la molestia de hacerle venir aquí. Pero no, ahora no es el momento, tiene que descansar un poco, quitarse el susto de encima. Váyase a casa tranquilo, duerma el comienzo de su nueva vida y mañana le llamaré por teléfono para citarle con los periodistas.
...

Cuando el joven salió del despacho, el oficial espero un par de minutos en silencio, intentando borrar de su mente la cara del muchacho. Después realizó una llamada. -Todo bien, señor, este asunto está liquidado-. Abrió una lata de cerveza y empezó a ojear el periódico. Una breve reseña hacía referencia a los quince muertos en accidentes de tráfico en el último fin de semana. –Por suerte la mitad de la gente no se entera de nada- pensó. Y mientras comprobaba felizmente que su memoria empezaba a desfigurar los rasgos de su último trabajo, trató de calcular cuánto tiempo pasaría desde que el joven firmara las declaraciones hasta que los del equipo especial, como siempre hacían en estos casos, consiguieran que su muerte pareciera otro terrible suceso en la carretera.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

La banda sonora de letras de la conocida melodía literal "que parezca un accidente".

Muy bueno.

(Echo de menos las ilustraciones).

Anónimo dijo...

Qué grande eres. ¿Vendrás el jueves a Alcosa, al recital? Un abrazo.

Anónimo dijo...

No hace falta decir "basado en hechos reales".
Duro, triste, amargo...Me encanta.

Un abrazo.

pasmao dijo...

Te ha tocao!!!!!

Vic dijo...

Hola Angel,
has sido invitado a escribir 5 extraños hábitos. Pasá por Ego y Alter!
Besos
Victoria

Anónimo dijo...

¡lo sabía! ¡la teoría de la conspiración existe, la tenemos ante nuestras narices y no podemos hacer nada para escapar de su influencia!
los que tienen poderes son seres oscuros y maquiavélicos. algún día llegaré a ser uno de ellos...

Anónimo dijo...

madre mía!!!! miedito da!!!!
y no te creas, hubo una época donde varias muertes quisieron ser accidentes!!!! la realidad es infinitamente más rica que la ficción. ¿o no?
beso!
laura