10 julio 2005

DIÁLOGOS EN LA CÚPULA

-¿Y a qué crees que se debe el proceso?

-Aún no lo sabemos. Hay algo en este sitio y algo en algunos de nosotros que hace que se active y desarrolle.
-¿Quieres decir que no todos lo experimentan?

-Sorprendentemente, no. No hemos encontrado lógica alguna a esta cuestión, pero lo cierto es que hay algunas personas que no logran el vínculo con la cúpula.

-¿Y cómo sé que yo lo he establecido? Es decir, cuando hemos entrado he notado algo, ciertamente, pero no sé si ha sido la activación del mecanismo o solamente sugestión.

-¿Qué has notado?

No sabría como explicarlo. Al principio, una gran calma cuando ví la cúpula y su inmensidad. Pero por momentos voy sintiéndome peor. Naúseas, sensación de vértigo y lo más extraño… odio. Un odio visceral y a la vez sin dirección.

No es sugestión, amigo mío. Has logrado el vínculo. El proceso siempre comienza así.

¿Tú también sientes el mismo odio que yo?

Ya no. Se te pasará en unos días. Al principio es como una reacción alérgica al proceso, no me preguntes a qué se debe. Pero luego desaparecen las naúseas y esas sensaciones contradictorias.

¿Y qué ocurre después?

No quieras saberlo todo antes de tiempo. Calla y respira profundo… Si hablas mucho te dolerá más.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Oye no nos dejes así colgados. ¡Qué no es plan! A ver si la cúpula es alguna guarrada. Besos

el que deambula dijo...

Jajaja. Bueno, creo que más que una guarrada, la cúpula es expresión de algo que me encantaría que existiese. Un sitio donde ocurrieran cosas maravillosas fuera de lo explicable. El dolor... quizás el proceso de autodescubrimiento puede ser doloroso. Pero el final del relato, en cualquier caso, depende de cada uno, al menos en este fragmento.